
Se ha observado un aumento del riesgo de dearrollar celiaquía en niños cuyo nacimiento se produce en primavera y verano.
Se ha observado un aumento del riesgo de dearrollar celiaquía en niños cuyo nacimiento se produce en primavera y verano.
Ahora sabemos que esto no es efectivo, pero a comienzos del siglo pasado, se pensaba que los problemas estomacales venían de un trastorno infantil, y presumían que se curaba comiendo plátanos, junto con leche, queso, carne y vegetales. Una locura.
Si las vellosidades intestinales se deterioran, no se absorben bien los nutrientes de los alimentos, lo que puede producir déficits de hierro, vitamina B12, vitamina D, proteínas y grasas.